Después de limpiar a fondo el mueble y quitarle el barniz antiguo que tenía, el interior quedó con un tono anaranjado bastante feo y el exterior tampoco nos convencía mucho.
Le propuse varias opciones al cliente, al final decidimos pintar el interior en blanco roto y teñir el exterior en nogal
Este es el resultado de la vitrina totalmente restaurada.
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